Emotivos

... y aquí están las emociones que se convirtieron en palabras porque no sabía como expresarlas o simplemente no podía hacerlo.
Como un esclavo que lanza un grito de libertad cuando logra escapar de su cautiverio.
Como una oruga que sale majestuosa de su capullo convertida en mariposa.
Como las olas atraídas por la luna buscando llamar la atención.
Y como cuando uso las cadenas de mi corazón y mi mente para atar ideas con otras formando una barrera dulce, segura pero impenetrable.

sábado, 11 de febrero de 2012

Todavía hay un fuego en mí

Aún hay un fuego en mi corazón que late por romper todas las murallas que se alzan a mi alrededor, desafiantes.
Todavía queda una esperanza, preparada para usarse en cualquier situación.
No me importa sudar hasta que mi cuerpo flaqueé. No me importa enfrentarme a monstruos llenos de ignorancia y egoísmo.
Por la sencilla razón de que quiero un recuerdo reservado para mí.
Que me recuerden como la niña que se cayó miles de ves, pero que se levantó en cada una de ellas con la fuerza suficiente.
Después de todo, esta vida no da dos oportunidades,no hay tiempo para los ensayos.
No me importa lo que los demás digan acerca de mis capacidades. Yo sé que puedo, eso es lo que importa.
Me he pasado casi toda mi vida escuchando la opinión de los demás acerca de las nubes que me rodean, y de si subirme a ellas o no. Pues me subiré, si me rasguño, tendré al menos una historia más que contar a parte de la monotonía.
Vivir, de eso se trata.
No esperaré, ni dejaré que me esperen a mí.
Tal vez algunos piensen que es una pérdida de tiempo. Pero ¿y si todos vamos a morir? ¿Si nadie sabe lo que se va a quedar  después de eso?
El sudor, las lágrimas, la sangre, la pérdida, estoy dispuesta a vivir todo esto con tal de que me pueda sentir satisfecha cuando de mi último suspiro.
Simplemente, porque aún hay un fuego en mi corazón.

                                           

No hay comentarios:


Entendí que no puedo cambiar el mundo, pero también que el mundo no puede cambiarme a mí
Vivimos en un laberinto, donde buscamos encontrarnos a nosotros mismos perdiéndonos constantemente

NO al maltrato animal