... y aquí están las emociones que se convirtieron en palabras porque no sabía como expresarlas o simplemente no podía hacerlo.
Como un esclavo que lanza un grito de libertad cuando logra escapar de su cautiverio.
Como una oruga que sale majestuosa de su capullo convertida en mariposa.
Como las olas atraídas por la luna buscando llamar la atención.
Y como cuando uso las cadenas de mi corazón y mi mente para atar ideas con otras formando una barrera dulce, segura pero impenetrable.
La página que estabas buscando en este blog no existe.
La página que estabas buscando en este blog no existe.
Entendí que no puedo cambiar el mundo, pero también que el mundo no puede cambiarme a mí
Vivimos en un laberinto, donde buscamos encontrarnos a nosotros mismos perdiéndonos constantemente